El aumento de casos de coronavirus en América Latina evidencia la falta de equipos de protección personal y respiradores
ONU.- La agencia de la ONU para la salud en la región enviará próximamente suministros vitales a los países más necesitados. Por otra parte, advierte de la necesidad de comenzar a prever la concurrencia de fenómenos meteorológicos que podrían empeorar la situación: la llegada del invierno en el hemisferio sur y la temporada de huracanes en el Caribe, América Central y del Norte .
América Latina sufre una “escasez generalizada” de material sanitario especializado que es más evidente en las zonas en las que aumenta la cantidad de casos de coronavirus, advirtió este martes la Organización Panamericana de la Salud.
“En estos casos vemos que hay una mayor proporción de trabajadores sanitarios que se contagian de COVID-19, pero también la población y los pacientes no tienen acceso a la atención crítica”, destacó el doctor Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la Organización durante la rueda prensa semanal donde se analiza la evolución de la pandemia en la región.
Ugarte señaló que la distribución de equipos de protección personal en esas zonas es una prioridad y detalló que durante las próximas semanas varios países van a ser los primeros en recibir los insumos que les proporcionará la Organización.
Entre ellos mencionó a Antigua y Barbuda, las Bahamas, Barbados, Belice, Bolivia, Cuba, la República Dominicana, Nicaragua, Panamá, St. Kitts y Nevitts, Surinam, Venezuela, Ecuador y Perú
Las provisiones se negociaron a través de varios canales como los recursos propios de cada país, mediante el Fondo Estratégico de la Organización, o a través de donaciones de instituciones internacionales.
Añadió que cada país da seguimiento al número de camas en los hospitales y que se están construyendo instalaciones sanitarias modulares.
La región lidera el número de casos
Anteriormente, la directora de la Organización Panamericana de la Salud anunció que el número de casos de coronavirus en las Américas asciende a 3.300.000, una cifra superior a cualquier otra región del mundo y mostró su preocupación por los datos que demuestran que el virus surge repentinamente en nuevos lugares que anteriormente tuvieron un número limitado de casos.
“En Mesoamérica, el número de casos aumenta en México, Panamá y Costa Rica, donde se observa un aumento de la transmisión en la frontera con Nicaragua.
En América del Sur, el virus sigue propagándose de forma agresiva en Brasil, Perú y Chile. También vemos que en Venezuela los casos aumentando más rápido que en cualquier otro momento durante el brote del país. En el Caribe, los casos aumentan en Haití, y después de más de un mes sin nuevos episodios, Surinam informó la semana pasada de un repunte”, explicó.
El invierno y los huracanes dos enemigos a temer
Mientras la región trabaja conjuntamente en la contención del coronavirus, Etienne destacó la necesidad de comenzar a planear un problema que podría empeorar la situación: la llegada del invierno en el hemisferio sur y la temporada de huracanes en el Caribe, América Central y del Norte.
Con relación al primer fenómeno indicó que no tiene datos que prueben que la temperatura o la humedad influyan en la propagación de COVID-19. “Pero sí sabemos que el invierno favorece la aparición de infecciones respiratorias -como la gripe estacional y la neumonía- que se extienden rápidamente en climas más fríos y a medida que se reúne más gente en el interior para permanecer en caliente”.
Al mismo tiempo, destaco que a medida que los países refuerzan la vigilancia de COVID-19, deben vigilar los casos de gripe.
“La vacunación anticipada para prevenir los casos graves de gripe es más importante que nunca, especialmente para los grupos de alto riesgo como los trabajadores de la salud, los ancianos y las personas con enfermedades crónicas. Estos mismos grupos también están en alto riesgo de infección por coronavirus”.
Etienne indicó que 14 países de la región ya comenzaron a inmunizar a 90 millones de personas contra la gripe estacional.
Sin embargo, calificó como “más inusual” la coexistencia de la COVID-19 con la próxima temporada de huracanes.
Expresó el apoyo de la Organización Panamericana de la Salud a las naciones que puedan sufrir casos de emergencia y les emplazó a revisar de inmediato sus planes nacionales de respuesta a los huracanes y realizar ejercicios de simulación para asegurar que estén armonizadas sus respuestas a los desastres y a la COVID-19.
Recordó que la Organización publicó una guía para gestionar los refugios de emergencia, que incluye medidas para minimizar la propagación de la COVID-19, asignando zonas diferenciadas para permitir el distanciamiento social, desinfectando regularmente las zonas de mayor tráfico y aislando a las personas que muestren signos de enfermedad a la mayor brevedad.
“Trabajamos para proveer suministros de respuesta de emergencia en toda la región, y para garantizar que las instalaciones esenciales como laboratorios y centros de cuarentena y aislamiento para el diagnóstico y el tratamiento de COVID-19 puedan continuar incluso en circunstancias difíciles”, detalló.