“El publicano bajó a su casa justificado, y el fariseo no”
Evangelio del domingo 27 de octubre (30º domingo de tiempo ordinario): Lucas 18, 9-14.- En aquel tiempo, a algunos que, teniéndose por justos, se sentían seguros de sí mismos y despreciaban a los demás, dijo Jesús esta parábola: “Dos hombres subieron al templo a orar. Uno era fariseo; el otro, un publicano.
El fariseo, erguido, oraba así en su interior:”¡Oh Dios!, te doy gracias, porque no soy como los demás: ladrones, injustos, adúlteros; ni como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago el diezmo de todo lo que tengo.
“El publicano, en cambio, se quedó atrás y no se atrevía ni a levantar los ojos al cielo; sólo se golpeaba el pecho, diciendo:”¡Oh Dios!, ten compasión de este pecador. “Os digo que éste bajó a su casa justificado, y aquél no. Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido.”
Primera Lectura: Eclesiástico 35, 12-14. 16-18
“Los gritos del pobre atraviesan las nubes”
Segunda Lectura: II Timoteo 4, 6-8. 16-18
“Ahora me aguarda la corona merecida”.