Informe insta adaptar servicios de salud mental a cultura y lenguaje de los inmigrantes y refugiados
REDACCION ST.- Estudio de la Comisión de Salud Mental de Canadá advierte que los costos para el cuidado en las crisis podrían subir.
Canadá debe coincidir con su política de inmigración multicultural y de puertas abiertas con los servicios de salud mental como medida de hacer frente a los costos excesivos para el cuidado en las crisis futuras, advierte un nuevo informe que se dio a conocer esta semana.
El estudio efectuado por la Comisión de Salud Mental de Canadá, obtenido por CBC News, encuentra que los inmigrantes llegan generalmente con una mejor salud mental que la población de origen canadiense – algo que se conoce como el “efecto del inmigrante saludable“.
Sin embargo, su condición tiende a deteriorarse con el tiempo, ya que no reciben ayuda debido al estigma, miedo a ser expulsados del país, o a la falta de tratamiento que satisfaga sus necesidades culturales o de idioma.
Los refugiados que sufren de trastorno de estrés postraumático, la ansiedad o la depresión son los menos probables de accesar a estos servicios.
El informe dice que Canadá debe “urgentemente” desarrollar una estrategia de salud mental destinada a impulsar la aceptación del servicio, sobre la base de la equidad y la relación costo-eficacia.
Reducir los costos generales
“Al trabajar para reducir las disparidades en el acceso a los servicios, la adecuación de los servicios utilizados, y los resultados de salud mental, Canadá puede reducir los costos generales del sistema”, concluye el informe.
La falta de acceso a un tratamiento temprano conduce a visitas a Emergencias más caras o a los ingresos hospitalarios. También, hay efectos económicos indirectos, tales como la perdida de productividad y los costos para el sistema de justicia penal.
Titulado “El caso de la Diversidad“, el informe pide una mayor inversión en programas y tratamientos que se adapten a la cultura y lenguaje y sean adecuados al trauma y el estrés de la migración.