default-logo
  • Inicio
  • Noticias
  • Deportes
  • Eventos
    • Registra tu evento
  • Familia
    • Reflexiones
    • Bautizos
    • Matrimonios
    • Cumpleaños
    • Salud
  • Inmigracion
  • Economía
  • Quienes Somos
  • Contact
  • Advertising
Ultimas Noticias
Experto canadiense dice que no hay motivo de alarma por nueva subvariante de COVID-19
Cuando el silencio indiferente es cómplice del mal
De María al Sagrado Corazón: Un Camino de Conversión y Amor
Mensaje del primer ministro por el Día de las Fuerzas Armadas de Canadá
La Ascensión de Jesús: Un viaje que nos señala el camino al cielo
Robots de entrega de comida llegan a las calles de Markham en una prueba de alta tecnología
Canadá celebra fallo judicial en EE. UU., contra aranceles comerciales
Toronto celebrará el Inti Raymi con alegría, tradición y ritmo latino
Padre Santiago Martín desde Roma visitará Toronto para compartir un mensaje de Esperanza y Fe
Nueva ayuda federal no afectará pagos provinciales en Ontario

La Misa nos libera de la muerte, del pecado y del miedo, afirma el Papa Francisco

Posted On 22 Nov 2017
By : admin
Comment: Off

El Papa Francisco.

ACIprensa.- En una nueva catequesis en la que reflexionó sobre la Misa, el Papa Francisco se preguntó: “¿Qué es esencialmente la Misa? La Misa es el memorial del Misterio pascual de Cristo. En ella nos hace partícipes de su victoria sobre el pecado y la muerte, y da significado pleno a nuestra vida”.

Al igual que Israel celebra la Pascua de su liberación de Egipto, de su éxodo, “Jesucristo, con su pasión, muerte, resurrección y ascensión al cielo dio cumplimiento a la Pascua. Y la Misa es el memorial de su Pascua, de su ‘éxodo’, que ha cumplido por nosotros, para hacernos escapar de la esclavitud y llevarnos hacia la tierra prometida de la vida eterna”.

“La Eucaristía no es un recuerdo, es hacer presente aquello que sucedió hace 20 siglos”, destacó. “La Eucaristía –continuó– nos lleva siempre al vértice de la acción salvífica de Dios: el Señor Jesús, haciéndose pan por nosotros, derrama sobre nosotros toda su misericordia y su amor, como hizo desde la Cruz, de modo que renueva nuestro corazón, nuestra existencia y nuestro modo de relacionarnos con Él y con los hermanos”.

En su catequesis, el Santo Padre indicó que “toda celebración de la Eucaristía es un rayo de aquel sol sin atardecer que es Jesucristo resucitado. Participar en la Misa, en particular en la dominical, significa participar en la victoria del Resucitado, ser iluminado por su luz, calentado por su calor”.

Hizo hincapié en que “por medio de la celebración eucarística el Espíritu Santo nos hace partícipes de la vida divina que es capaz de transfigurar todo nuestro ser mortal. En su paso de la muerte a la vida, del tiempo a la eternidad, el Señor Jesús nos lleva también a nosotros con Él para participar en la Pascua. En la Santa Misa nos unimos a Él. De ese modo, Cristo vive en nosotros y nosotros vivimos en Él”.

“Su Sangre nos libera de la muerte y del miedo a la muerte. Nos libera no sólo del dominio de la muerte física, sino también de la muerte espiritual que es el mal, el pecado, que nos toma cada vez que caemos víctimas de nuestros pecados o de los pecados de los demás. Como consecuencia de ese pecado, nuestra vida es pervertida, pierde belleza, pierde significado y se marchita. Por el contrario, Cristo es la plenitud de la vida”.

En este sentido, Francisco explicó cómo debe ser la actitud de un cristiano en la Eucaristía: “Eso es la Misa, es entrar en esa pasión, muerte y resurrección de Jesús. Y cuando vamos a Misa es como si fuéramos al Calvario, es lo mismo”.

“Y pensemos, si estuviéramos allí, en el Calvario y supiéramos que aquel hombre de allí es Jesús: ¿nos permitiríamos murmurar, tomar fotografías, hacer el espectáculo? ¡No! Porque es Jesús. Seguro que estaríamos en silencio, en el llanto y en la alegría de ser salvados. Cuando entramos en la iglesiapara entrar en Misa, pensemos en esto: estoy accediendo al Calvario, donde Jesús entrega su vida por mí”.

Finalmente, el Pontífice concluyó su enseñanza recordando cómo los mártires fueron capaces de donarse precisamente por su fe en que la victoria de Cristo ya es real: “Si el amor de Cristo reside en mí, puedo entregarme plenamente a los demás, con la certeza interior de que, si resulto herido, no moriré, sino que podré defenderme. Los mártires entregaron su vida por esta certeza de la victoria de Cristo sobre la muerte. Sólo si experimentamos este poder de Cristo, el poder de su amor, seremos verdaderamente libres para entregarnos sin miedo”.

Recuerda que puedes seguir, comentar y compartir nuestras publicaciones por   facebook   o twitter

SomosToronto “Cerca de todos haciendo la diferencia”

 

About the Author
  • google-share
Previous Story

Por los caminos del Señor: Los Fieles Difuntos – Costumbres y Tradiciones (Parte II)

Next Story

Acción de gracias por los 30 años de vida sacerdotal del Padre Juan Triviño

Intereses

Alemania Argentina Aviones no tripulados Canada Carassauga Colombia cortitas Costa Rica Elecciones Ontario Equipo revelación España Feria Guadalupana Justin Trudeau Mexico mundial Pizza Portugal Prostitucion Tecnologia

Categorias

  • Advertising (5)
  • Deportes (926)
  • Destacada (289)
  • Eventos (783)
  • Familia (1,461)
    • Bautizos (3)
    • Cumpleaños (8)
    • Matrimonios (7)
    • Reflexiones (525)
    • Salud (672)
  • Inmigración (415)
  • Noticias (4,304)
    • Economía (467)
  • Photo Gallery (6)

Lo Mas Reciente

  • Experto canadiense dice que no hay motivo de alarma por nueva subvariante de COVID-19
  • Cuando el silencio indiferente es cómplice del mal
  • De María al Sagrado Corazón: Un Camino de Conversión y Amor
  • Mensaje del primer ministro por el Día de las Fuerzas Armadas de Canadá
  • La Ascensión de Jesús: Un viaje que nos señala el camino al cielo

Contactenos

  1. Name *
    * Please enter your name
  2. Email *
    * Please enter a valid email address
  3. Message *
    * Please enter message
Powered by: Motions Webs