Padre Hernán Astudillo: Beatificación de Monseñor Oscar Romero una inspiración para cristianos y lideres de otras religiones

El Presidente de El Salvador, Sánchez Ceren (izq.), el Padre Hernán Astudillo y el Alcalde de Panchimalco Mario Meléndez, junto a uno de los monumentos más grandes de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

Por VICTOR AGUILAR ST.- La iglesia y el pueblo salvadoreño se dispone a celebrar, el próximo 23 de mayo la beatificación del arzobispo Oscar Arnulfo Romero, quien fue asesinado el 24 de marzo de 1980. Este ensalzamiento al arzobispo Romero, conocido como “La voz de los sin voz” tiene una gran trascendencia en la fe de los cristianos, él desde el cielo se ha convertido en el pastor y beato que hoy une al pueblo de El Salvador, al pueblo por el cual dio su propia vida y por tal motivo hablamos con el Padre Hernán Astudillo de la Iglesia Anglicana San Lorenzo, quien con la amabilidad que lo caracteriza respondió nuestras preguntas:

1,- ¿Quién fue para Ud. Monseñor Oscar Arnulfo Romero?

Buenos días y muchos saludos para la gente de Somos Toronto. En los años 80, Monseñor Oscar Arnulfo Romero recibe la santificación, cuando yo le digo la santificación es porque el 24 de marzo de 1980, alrededor de las 6 de la tarde, cuando oficiaba la Eucaristía en la Capilla del Hospital la “Divina Providencia”, él recibe realmente la culminación de la resurrección, porque todos los cambios que son un proceso pastoral especialmente por el momento coyuntural de una guerra civil, Monseñor Oscar Arnulfo Romero nos enseña, refleja y nos inspira a ser un nuevo modelo de iglesia, nos recuerda con su vida practica que hay que seguir los pasos del Cristo histórico en los momentos de riesgo.

Jesús hace más de 2000 años tomó su riesgo cuando vivió en la misma situación caótica, en donde había una sociedad sin esperanza, de opresión de la misma institución religiosa de parte del imperio romano, donde habían varios grupos buscando la solución y Jesús fue la “voz de la esperanza”, “la voz de los sin voz”, en ese momento. Monseñor Romero fue un verdadero discípulo de Jesús, transportando, vivificando y viviendo en el pueblo salvadoreño en esa época coyuntural y resucitando junto a Jesús, por esa razón para mi Monseñor Romero es un Santo de Jesucristo.

2.- ¿Qué es lo que más valora de Monseñor Romero?

Lo que más valoro de Monseñor Romero es su capacidad humana de sensibilizarse frente a los más pobres, los más excluidos, los perseguidos y luego se sensibiliza cuando mira que sus discípulos, sus sacerdotes, religiosas y catequistas de su comunidad eran perseguidos y vivían realmente un caos y él se convierte en la voz de ellos. Lo que más me impacta es su calidad humana.

El Padre Hernán Astudillo junto al Monumento de Monseñor Oscar Arnulfo Romero.

3.- ¿Cree Ud. que la mejor forma de hacer justicia es elevándolo a los altares?

Realmente nosotros hablamos de un slogan popular y decimos “No importa si la ley humana se equivoca, pero hay una ley divina” y lo decimos de una manera sencilla y muchas veces triste o ofensiva, porque Ud. sabe que nosotros vivimos bajo regímenes, donde la justicia humana muchas veces es inhumana e injusta, nuestros gobiernos y nuestros primeros ministros, muchas veces están en niveles inmensos de corrupción o son cómplices de la muerte de la madre naturaleza.

Creo que en esta ocasión el Papa Francisco ha logrado hacer lo mismo que hizo Monseñor Romero con su pueblo, el Papa Francisco al llegar a la curia romana se ha sensibilizado, ha visto, entendido y se ha dejado inspirar de estos hombres y mujeres de Cristo.

Creo que la mejor justicia es mostrarle al mundo entero la santificación de Monseñor Oscar Arnulfo Romero, porque es la única manera de decir que Monseñor Romero no es de este mundo, es del mundo de Jesús. Jesús cuando estaba con la gente y veía toda la corrupción, decía “Yo no soy de este mundo, soy de otro mundo, del mundo de la esperanza, del amor y la justicia” y lo que está haciendo el Papa Francisco es una de las mejores maneras de demostrarle al mundo que Monseñor Romero es un Santo.

5.- ¿Qué significado tiene para los salvadoreños y latinoamericanos en general su beatificación?

Significa mucho, Monseñor Oscar Arnulfo Romero ya fue beatificado y fue santificado, pero hoy en día estamos hablando de un protocolo para que quede escrito en la historia de la curia romana, pero Monseñor Romero ya es un hombre de Dios, creo que fue el único santo en pasar por el protocolo, porque hay una cantidad de santos que están formalizados solo por protocolos. Monseñor Romero ha saltado, vencido los protocolos y se ha hecho como Jesús, lo que dice Juan “El verbo bajó y habitó entre nosotros, el verbo bajó y se hizo carne”. Monseñor Romero se hizo carne, llanto, esperanza y amor en el pueblo salvadoreño y latinoamericano y por eso significa muchísimo su beatificación.

6.- ¿Esta beatificación marca un antes y un después para la iglesia salvadoreña?

Definitivamente, es una reflexión a una iglesia profundamente tradicional y de protocolo, es lo mismo que hizo Jesús en esos tiempos al romper los cánones y protocolos, Jesús fue un judío y Ud. sabe que para los judíos el sábado es sagrado y lo que hizo Jesús los sábados es ponerse a curar a la gente, lo que enojaba al jefe de la sinagoga y rompió los cánones y leyes al ponerse a curar enfermos en los días sábados para darles a entender que es más importante el ser humano que las leyes.

Monseñor Romero bajándose del pedestal y compartiendo con la gente está demostrando el antes de Jesús, la historia y que hay que seguir las huellas de Cristo, su martirio hace un reto no solamente para la iglesia católica, sino para todos los cristianos.

Monseñor Romero es una inspiración para todos los evangélicos, protestantes, todas las denominaciones eclesiales dentro de la religión cristiana, es una inspiración para los líderes de otras religiones, budistas, hindúes, musulmanes, judíos, etc. Monseñor Romero se convirtió en el nuevo pan de comunión, de esperanza, amor y de resurrección, rehumanización de este continente.

7.- ¿Quisiera agregar algo más?

Nosotros somos un milagro de Monseñor Oscar Arnulfo Romero. Cuando yo tenía 16 años mataron a Monseñor Romero, estaba en el Ecuador y escuche la triste noticia de su asesinato y recuerdo que el Arzobispo Luis Alberto Luna Tobar hizo una misa gigante en un estadio para solidarizarse con el pueblo salvadoreño. Cuando vine para Canadá y me ordene en esta parroquia (San Lorenzo) y cuando entendimos y escuchamos de Monseñor Romero nos dejamos rehumanizar y abrimos las puertas de la parroquia a los hermanos salvadoreños en Toronto. En ese entonces un periodista del Toronto Star, empezó a escribir uno de sus artículos en inglés y español con las palabras “frijol” “pupusas” y arroz, aprendiendo un poco del idioma español y él es que escribe de cómo empieza la historia de las celebraciones a Monseñor Romero, hace 16 años atrás y cuando después de oficiar la misa recibí una carta de amenaza de muerte.

Después del terremoto en el Salvador nace la “Caravana de la Esperanza” y hemos recorrido por 15 años llevando al pueblo salvadoreño ambulancias y ómnibus y cada viaje que hago me doy un tiempo para visitar la tumba de Monseñor Romero, porque yo creo profundamente y se lo digo con mucha humildad que todo lo que hacemos junto a las “mamitas de la comunidad de San Lorenzo” es un milagro de Monseñor Romero, porque no nos ha pasado absolutamente nada en el camino, el nos ha protegido en todo este recorrido.

Por eso la beatificación de Monseñor Romero significa muchísimo y para celebrarlo, este sábado 23 y domingo 24 de mayo, en la iglesia San Lorenzo hemos preparado una fiesta como él se merece, Monseñor Romero no quería una fiesta de extravagancia, Monseñor Romero quería una fiesta donde haya armonía, sabiduría paciencia, esperanza y amor en abundancia.

Entonces el día sábado desde las 9 de la mañana estará abierto el hall de la parroquia para transmitir en directo la beatificación desde el Salvador, claro que esta actividad estará acompañado de unas exquisitas pupusas preparadas por las manos de las mamitas de San Lorenzo, después continuaremos con un programa cultural hasta las 7 de la noche, después haremos la santa misa.

El día domingo después de la misa de la 1 de la tarde tendremos mariachis y danzarines de grupos ecuatorianos y bolivianos que acompañarán la procesión por Dufferin hasta Lawrence en Lawrence doblaremos a la derecha en Marlee llegando a Wenderly  y de Wenderly regresaremos a la parroquia para celebrar con todo su pueblo migrante.