Traicionado con un beso, condenado por inocente: el inicio del camino hacia la cruz

Por Víctor R. AGUILAR.- Las celebraciones del Viernes Santo en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto tuvieron tres momentos importantes: la Liturgia de la Palabra, la Adoración de la Cruz y la Comunión. Sin embargo, en las primeras horas del día se llevó a cabo el Vía Crucis Viviente, una escenificación organizada por la Infancia Misionera, que se ha convertido en una de las tradiciones más significativas de la Semana Santa.

El término latino “Vía Crucis“, que se traduce como “camino de la cruz“, no solo representa el recorrido físico de Jesucristo hacia el Calvario, sino también su sufrimiento y entrega por la humanidad. Este evento fue organizado por la Infancia Misionera y contó con una destacada participación de fieles de todas las edades.

Desde temprano, las familias se reunieron en el parqueadero de la parroquia, y a las diez de la mañana comenzó el recorrido. A lo largo del trayecto, se representaron las catorce estaciones del Vía Crucis, evocando momentos clave de la pasión de Cristo, desde su condena hasta su sepultura.

Los niños y jóvenes de la Infancia Misionera escenificaron con solemnidad y respeto cada episodio, guiando a los asistentes hacia una profunda meditación sobre el sacrificio de Jesús. El acompañamiento espiritual estuvo a cargo de los padres Edgar Romero y Javier Valdez.

El Vía Crucis culminó dentro del templo con la representación de la crucifixión, un acto conmovedor que invitó a los presentes a renovar su compromiso cristiano y a vivir el mensaje de amor, perdón y esperanza que nos dejó Jesús.

La Celebración de la Pasión del Señor estuvo a cargo del padre Edgar Romero López, acompañado por el diácono Carlos Retamales. Fue un momento solemne en el que los cristianos recordamos la pasión y muerte de Jesús en la cruz. El padre Edgar nos hizo reflexionar sobre un aspecto crucial: la pregunta que muchos se hacen cada año al recordar un evento tan trágico. Con claridad y sensibilidad, nos recordó las conmovedoras representaciones que hemos visto, ya sea a través de las actuaciones de los niños de la Infancia Misionera o en las películas de Semana Santa, que muestran la cruel tortura a la que fue sometido Jesús.

Al reflexionar sobre lo sucedido, el padre Edgar destacó la realidad de un acto despiadado y violento, un testimonio de sufrimiento. Y señaló que muchos cuestionan cómo es posible llevar una cruz en el pecho, cuando es un símbolo desgarrador (donde mataron a Jesús), planteando un ejemplo: “Si matan a un hijo con una pistola, ¿andarías con la imagen de la pistola en el pecho?” Este cuestionamiento nos invita a profundizar en el significado de la cruz dentro de nuestra fe.

Adoración de la Cruz.

Sin embargo, a través de la enseñanza de San Pablo, el padre Edgar nos recordó que hay quienes son enemigos de la cruz de Cristo, pero que lo que ocurrió a Jesús, aunque innegablemente trágico y cruel, ha trascendido su horror. Desde la perspectiva de la fe, este evento ha evolucionado hasta convertirse en un profundo gesto de amor y sacrificio. Jesús, nuestro amigo y salvador, se despojó de todo, incluso de su propia vida, para ofrecernos la oportunidad de vivir. Su entrega nos invita a celebrar no solo el sacrificio, sino también el amor que lo motiva.

El padre Edgar lanzó un poderoso y urgente llamado: al recordar la pasión de Jesús, también debemos recordar a todos aquellos que en el mundo son “crucificados“. Esto incluye a los inocentes que sufren a causa de la injusticia, así como a las víctimas de la guerra. En su reflexión, nos hizo pensar en cuántas personas —niños, mujeres y hombres— enfrentan la crueldad diaria de un mundo en conflicto, un mundo que parece haber olvidado la tregua y la compasión.

Así, la muerte de Jesús no solo es un recordatorio de su sacrificio, sino también un potente llamado a la empatía y a la acción. Recordar su crucifixión nos insta a estar al lado de los que sufren y a luchar por la justicia. En este Viernes Santo, al reflexionar sobre la pasión de Jesús, el padre Edgar Romero López nos invita a considerar nuestras propias vidas y nuestro papel en el mundo: ¿cómo podemos ser, nosotros también, testimonios del amor y la justicia que Jesús nos mostró?

CELEBRACION: 

Sábado Santo – 19 de abril: 6:30 p.m.: Novena a la Divina Misericordia. 7:00 p.m.: Vigilia Pascual, la celebración más solemne del año, en la que proclamamos la Resurrección de Cristo y renovamos nuestra fe como comunidad.

DATOS:

La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, es una parroquia católica que se encuentra ubicada en el 694 Weston Road. Única dentro de las parroquias canadienses porque las celebraciones y servicios son completamente en idioma español.

Los domingos hay cuatro misas en español: 8:00pm, 10:00am, 12:00pm y 1:45pm. La de las 5:00pm., es en inglés. Misas dentro de semana, Jueves (7:00pm), Viernes (7:00pm) y del Sábado que también es válida por el domingo  (6:00pm).

INFORMACION: (416) 767-8658.

 

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