La obediencia: Un camino hacia la confianza plena y el valiente reconocimiento de Jesús

A la izquierda el Diacono Carlos Retamales y el Padre Javier Valdés dando la Comunión.

Por Víctor R. AGUILAR.- La misa, celebrada por el padre Javier Valdés y el Diácono Carlos Retamales en la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, comenzó con un gesto de gratitud. El padre Javier ofreció la celebración en acción de gracias a la Virgen de Guadalupe y a Jesucristo por la alegría de la Primera Comunión de catorce niños de la Infancia Misionera. Este evento había reunido a familias enteras en un ambiente de fe y comunidad.

La reflexión central de la homilía, a cargo del Diácono Carlos Retamales, se centró en el Evangelio de San Juan 21, 1-14. El Diácono nos condujo a las profundidades de este encuentro post-resurrección, destacando la primordial importancia de la obediencia en nuestro camino espiritual. Citando la enseñanza bíblica: “Primero hay que obedecer a Dios y luego a los hombres“, nos confrontó con una realidad que a menudo enfrentamos en nuestras vidas. ¿Cuántas veces nos encontramos ante esta disyuntiva? La clave, nos recordó, reside en confiar en el Espíritu Santo para discernir y cumplir la voluntad de Dios.

Dios debe ser el pilar que nos sostenga y nos guíe a seguir su camino, no solo en el templo, sino en cada día de nuestra existencia. Esta obediencia no es una exigencia divina sin sentido, sino una necesidad para nosotros, una forma en que Dios acude en nuestra ayuda.

El Diácono Carlos Retamales nos recordó que solo Jesús cumplió plenamente todo lo que Dios le había encomendado, y en este cumplimiento, el número siete, que representa la perfección, encuentra su eco.

El Evangelio nos muestra la tercera aparición de Jesús a sus discípulos, quienes, después de la muerte en la cruz, habían regresado a su vida habitual. Pedro, al decir “me voy a pescar”, había vuelto a su rutina, un espejo de nuestra propia tendencia a regresar a nuestras vidas después de la misa dominical, a veces olvidando que somos miembros de una iglesia, que dependemos de Jesucristo.

Pedro, quien había negado a Jesús tres veces, no lo reconoció al principio, a pesar de que Jesús estaba allí, en la orilla. Después de una noche de pesca infructuosa, es la pregunta de Jesús: “¿Muchachos, han pescado algo?” y la respuesta negativa, lo que abre el camino al reconocimiento. Cuando Jesús les indica: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán peces“, y la red se llena hasta el punto de no poder jalarla, es entonces que se dan cuenta: ¡Es Jesús!

El Diácono nos presentó la reacción de Pedro: no sabía cómo reaccionar, reconocía que había traicionado a Jesús. Pero Jesús, en su infinita misericordia, no lo recrimina por sus negaciones pasadas. Esta es una lección poderosa para nosotros. No debemos tener miedo de entregarle nuestro corazón a Jesús.

A menudo, después de pecar, nos sentimos responsables, agachamos la cabeza, no cumplimos la palabra de Dios. Pero la solución no es la culpa paralizante, sino el arrepentimiento y el reconocimiento de nuestros pecados para poder cambiar. Si nos arrepentimos, debemos colocar nuestros pecados en la providencia de Dios.

La mejor manera de borrar esa sensación de maldad o pecado es ofreciéndoselos a Jesucristo. Él nos perdonará y nos llevará por el camino de la conversión. Para ello, es indispensable abrir nuestro corazón.

La tercera aparición de Jesús en el lago de Tiberíades no es solo un relato histórico, es una invitación constante a reconocer su presencia en nuestra rutina, a confiar en su guía incluso cuando hemos fallado, y a abrir nuestro corazón para recibir su perdón y su amor transformador. La obediencia a Dios, nacida de la confianza en su amor y guiada por el Espíritu Santo, es el camino para encontrar la plenitud, para llenar nuestras redes, no de peces, sino de la gracia que solo Él puede otorgar.

DATOS:

La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, es una parroquia católica que se encuentra ubicada en el 694 Weston Road. Única dentro de las parroquias canadienses porque las celebraciones y servicios son completamente en idioma español.

Los domingos hay cuatro misas en español: 8:00pm, 10:00am, 12:00pm y 1:45pm. La de las 5:00pm., es en inglés. Misas dentro de semana, Jueves (7:00pm), Viernes (7:00pm) y del Sábado que también es válida por el domingo  (6:00pm).

INFORMACION: (416) 767-8658.

About the Author

Déjenos sus comentarios

*