Canadá continúa mejorando la integración socioeconómica de migrantes y refugiados en América Latina
OTTAWA.- En Canadá, la diversidad es una de nuestras mayores fortalezas. Nuestra diversidad, junto con nuestro compromiso con la inclusión y la bienvenida a los demás, conduce a una mayor comprensión y respeto por los derechos humanos, así como otros beneficios económicos, cívicos y culturales.
La inclusión es un valor que compartimos con nuestros socios en América Latina. Al mismo tiempo, esa región está experimentando desafíos debido a la mayor movilidad humana, donde tanto los refugiados como los migrantes a menudo se enfrentan a prácticas de contratación injustas, falta de protección social y escasez de trabajo adecuado o inclusión en los mercados laborales locales. También es una realidad desafortunada que muchos se enfrenten a la xenofobia, la violencia de género y los sentimientos antiinmigrantes.
Es por eso que el Honorable Sean Fraser, Ministro de Inmigración, Refugiados y Ciudadanía, en su calidad de defensor del Pacto Mundial para la Migración y firme partidario del Pacto Mundial sobre Refugiados, felicita a la Organización Internacional del Trabajo por completar con éxito su primer Canadá -proyecto de creación de capacidad apoyado. Este proyecto busca mejorar la integración socioeconómica de las personas refugiadas y migrantes venezolanas en América Latina.
Sobre la base de este importante trabajo para abordar la migración irregular y el desplazamiento forzado en la región, el Ministro Fraser también se complace en anunciar el lanzamiento de 2 proyectos adicionales de desarrollo de capacidades para mejorar aún más la calidad de vida y las oportunidades laborales para los migrantes y las personas desplazadas por la fuerza.
El primer proyecto se enfoca en fortalecer la colaboración regional para mejorar las prácticas justas de contratación, así como la integración de migrantes y refugiados, incluidos los retornados, en los mercados laborales locales en Costa Rica, Guatemala y Honduras. Esta iniciativa revisará y propondrá actualizaciones a los códigos laborales, apoyará la certificación de habilidades y mejorará el acceso a la formación profesional. También brindará asistencia técnica a organizaciones del sector público y privado sobre prácticas justas de contratación. Además de aumentar la integración laboral y potenciar la independencia de las personas refugiadas y migrantes, el proyecto tiene como objetivo evitar que se conviertan en víctimas de la trata de personas y el trabajo forzoso.
El segundo proyecto apoya la estrategia regional en América Latina para la integración socioeconómica de las personas refugiadas y migrantes venezolanas. Este proyecto se enfoca en mejorar las habilidades, el empleo y el acceso a un trabajo decente en Colombia y Panamá mediante la creación de una red de proveedores de servicios públicos de empleo y la implementación de un esquema regional para reconocer y certificar habilidades profesionales y ocupacionales. También brindará apoyo técnico a los proveedores de servicios públicos de empleo e instituciones de formación profesional para crear o fortalecer programas para trabajadores refugiados y migrantes.
Ambos proyectos tienen como objetivo integrar con éxito a los migrantes y refugiados en los mercados laborales locales apoyando las certificaciones de habilidades y simplificando el acceso a la capacitación necesaria para diversas ocupaciones y sectores. Como resultado, los migrantes y refugiados en todos los niveles de habilidades tendrán el potencial de hacer contribuciones positivas a la economía, mientras adquieren habilidades transferibles y experiencias de vida.