Clínicas privadas en Canadá venden datos de salud de pacientes sin consentimiento, revela estudio
REDACCION ST.- Un estudio reciente ha revelado que clínicas privadas en Canadá están vendiendo acceso a datos de salud personales sin el conocimiento ni el consentimiento de los pacientes. La investigación, publicada a principios de este mes en la revista JAMA Network Open, advierte que compañías farmacéuticas estarían pagando millones de dólares para obtener esta información.
La Dra. Sheryl Spithoff, médica de familia y científica en el Women’s College Hospital de Toronto, así como profesora asistente en la Universidad de Toronto, lideró el estudio. En una entrevista con CTV’s Your Morning, Spithoff declaró: “Este no es el uso que los pacientes quieren para sus datos”.
En general, los pacientes están dispuestos a compartir su información si se utiliza para investigación o para mejorar el sistema de salud, pero se oponen a que sus datos sean manejados por empresas con fines de lucro”.
El estudio se centró en dos compañías anónimas de datos de salud que tenían acceso a entre uno y dos millones de historiales clínicos. Según la investigación, diversos actores en la industria de registros médicos de atención primaria—incluidas cadenas de clínicas privadas, médicos, corredores de datos comerciales y empresas farmacéuticas—colaboran para transformar los registros médicos en activos comerciales. “Estos activos se utilizan principalmente para beneficiar los intereses de las compañías farmacéuticas”, señala el informe.
La investigación identificó dos modelos principales para la comercialización de datos. En uno, las clínicas privadas venden la información a corredores de datos, quienes la anonimizan y realizan análisis para la industria farmacéutica. En el otro, las clínicas son propiedad directa de compañías de datos, que utilizan la información de los pacientes para desarrollar algoritmos dirigidos a promover intervenciones farmacológicas.
En ambos casos, los datos se utilizan generalmente sin que los pacientes hayan sido informados o hayan dado su consentimiento. “Según un empleado de una de estas empresas de datos, nadie solicitó el consentimiento de los pacientes para acceder y utilizar sus registros.
En su lugar, las compañías buscaron el consentimiento de los médicos”, afirma el estudio. Estas prácticas podrían generar cientos de millones de dólares en ingresos, de acuerdo con los autores. Sin embargo, también representan serios riesgos. “Esto podría dar a la industria farmacéutica un mayor control sobre las prácticas médicas, lo que derivaría en una mayor promoción de medicamentos nuevos y costosos”, advirtió Spithoff.
“También nos preocupa profundamente el uso de estos datos, ya que compartirlos sin regulación representa un riesgo significativo para la privacidad de los pacientes”. Uno de los médicos entrevistados en el estudio lo resumió de forma contundente: “Son los datos de los pacientes, pero ¿cómo es posible que estas empresas los posean? No veo cómo puede ser legal proveer esta información”.