Club Libertad de Toronto coronó a su reina en la Fiesta del Perol

Jocelyn Bermúdez entrega la corona a Laura Flores, reina de la marinera de Toronto. Foto: VICTOR AGUILAR.

Por VICTOR AGUILAR /ST.- Con gran éxito se celebró la Fiesta del Perol que al estilo del Club Libertad de Trujillo organizó la Filial de Toronto la noche del sábado 6 de septiembre en el Destiny Banquet Hall & Convention Centre de Woodbridge, como preámbulo del II Concurso Selectivo de Marinera. En esta ocasión también se coronó a la señorita Laura Flores como reina de la marinera de Toronto 2014-15. La entrega de la corona la hizo la reina saliente, Jocelyn Bermúdez.

La Fiesta del Perol, tradición que llegó por segunda vez a Toronto y donde los asistentes estuvieron vestidos de blanco, se promovió la cultura peruana al rendir homenaje al baile nacional, la marinera, que es practicado por niños, jóvenes y adultos no solo en el Peru, sino en gran parte del planeta.

En la cita estuvieron presentes los campeones del concurso del año pasado con su tradicional baile de exhibición, donde los asistentes se contagiaron del derroche de alegría, picardía y coquetería en un espectáculo lleno de emoción. También hubo la actuación de la cantante cubana Jennie Dapello, quien interpretó canciones tradicionales del Perú, incluyendo “El cóndor pasa” al mismo estilo de Yma Sumac. El baile estuvo animado con el “Grupo Pisco Peru” de Ernesto Cárdenas.

La fiesta del Perol, es una tradición dentro de la programación de los Concursos Nacionales de marinera que organiza el Club Libertad de Trujillo en Perú, que se caracteriza por el uso de vestimenta blanca de sus asistentes.

Según la historia, esta fiesta surge cuando el evento de la danza nacional, hoy considerado el más importante del Perú, padecía crisis económica y las damas socias del centenario Club Libertad deciden organizar esta singular fiesta cuyas características era colocar un perol de cobre en el centro de la pista de baile con unos hermosos claveles.

Las mujeres asistentes extraían un clavel y lo entregaban a un caballero como muestra de cariño, por su parte el agasajado brindaba un aporte económico en el mismo perol, que servía para cubrir las necesidades de la organización del Concurso Nacional de Marinera.

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