En Ontario se registraron 42 nuevas muertes por COVID-19 y hospitalizaciones establecen nuevo récord
ONTARIO.- Hoy viernes 14 de enero, Ontario informó de 42 nuevas muertes debido a COVID-19, mientras que las hospitalizaciones continúan aumentando a niveles récords a consecuencia de la pandemia.
El Ministerio de Salud dice que hay 3,814 personas en los hospitales con COVID-19, casi 200 más que en las 24 horas anteriores.
De ellos, 527 personas están en cuidados intensivos y 288 respiran con un ventilador, frente a 388 y 177 respectivamente de hace una semana.
La ministra de Salud, Christine Elliott, dijo que el 54 por ciento de los pacientes admitidos en hospitales de cuidados agudos estaban siendo tratados debido a COVID-19 y el 46 por ciento fueron admitidos por un tratamiento médico diferente.
Ayer, el director médico de Ontario, el Dr. Kieran Moore, sugirió que la provincia podría experimentar un pico en las admisiones hospitalarias debido a Omicron la próxima semana.
El gobierno de Ford cerró los servicios en interiores de restaurantes y cerró los gimnasios el 5 de enero, diciendo que el cierre sería “por tiempo limitado” y finalizaría el 26 de enero.
Moore dijo el jueves que no podía “garantizar” ese cronograma de reapertura para las empresas.
Ha habido 10,522 muertes confirmadas debido a COVID-19 en Ontario desde marzo de 2020, incluidas 206 en la última semana. Once de las muertes del viernes involucraron a residentes del sistema de atención a largo plazo.
De los casos confirmados hoy viernes, 1458 involucraron a personas no vacunadas, 365 involucraron a personas parcialmente vacunadas, 8518 involucraron a personas con al menos dos dosis de la vacuna COVID-19 y se desconoce el estado de otros 623 casos.
De los que aún son elegibles para la prueba PCR COVID-19 en la provincia, el viernes se confirmaron 10,964 nuevos casos de COVID-19.
Los laboratorios provinciales procesaron 58,031 especímenes en el período anterior, generando una tasa de positividad del 21,8 %.
La progresión de la variante Omicron a través de la provincia y el país se ha vuelto cada vez más difícil de rastrear a medida que las jurisdicciones limitan el acceso a las pruebas.