¡Feliz Navidad!
Por el Padre HERNAN ASTUDILLO / Diario el Tiempo.- Despiertan frescas auroras acompañadas de místicas lunas llenas, entre perfumadas flores, tierra fértil, aullidos de perros, cantos de pajarillos, gallos y animales.
En nuestros pueblos latinoamericanos vivimos en permanentes gritos de adviento. La Iglesia, consciente e inspirada en la praxis del Cristo Histórico, invita a prepararse, convertirse, arrepentirse, solidarizarse y aceptar la presencia del niño Jesús Histórico en la transformación personal, socio cultural, económica, ecológica, distribución de los bienes en función de todos y la opción por los más pobres y excluidos.
Jesús, al regreso de su exilio, como muchos migrantes de paso por aquellos pequeños pueblos, nació en un espacio sencillo, lleno de amor y esperanza.
Deberíamos preguntarnos los cristianos ¿Qué tipo de adviento y natividad celebraremos? Mientras miles de criaturas desde diferentes rincones de la tierra siguen peregrinando las obscuras, tediosas, desérticas y peligrosas rutas, rumbo al imperio de la muerte, sus latidos se desploman de cansancio, como la niña guatemalteca Jakelin Caal, de siete años, en el hospital del Paso en los Estados Unidos, luego de una larga caminata junto a su padre, abatida por la deshidratación, capturada en un carro policial en donde no fueron capaces de brindarle una botella de agua, este 6 de diciembre.
Esto nos recuerda hace algunos años la partida
de la niña ecuatoriana Jhoselin Alvarez en ciudad Juárez al otro lado de la
ciudad de El Paso.
¡Que las voces, lágrimas, gritos y cansancios infinitos de
Jakelin Caal, Jhoselin Alvarez y miles de criaturas fallecidas en las rutas de
la migración, conviertan los herméticos e intransigentes muros en miles de
corazones de líderes políticos-religiosos en esta Natividad con rostro
migrante!