La ONU insta a los países europeos a poner fin a la detención de niños migrantes
Independientemente del motivo por el que se desplacen o de su procedencia, los niños son niños y detenerlos viola sus derechos, subrayan tres agencias de la ONU, que llaman a las naciones de Europa a invertir en la recepción y protección infantil para los migrantes menores de edad.
NACIONES UNIDAS.- La detención impacta profunda y negativamente la salud y el bienestar de los niños y puede tener un efecto duradero en su desarrollo cognitivo, señala un documento informativo divulgado este martes a propósito de la privación de la libertad de los migrantes menores de edad en los países europeos por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Los organismos de la ONU agregan que la detención exacerba la angustia psicológica, por lo que los niños detenidos corren el riesgo de sufrir depresión y ansiedad, así como violencia y abuso, sobre todo para los menores que ya han enfrentado agresiones antes, durante o después de su viaje a Europa.
En la nota, las agencias detallan la práctica de la detención de niños migrantes en las naciones de Europa y proponen una gama de alternativas y recomendaciones para ayudar a los países a poner fin a la detención infantil.
Un abuso que persiste en 27 países
El documento indica que la detención de niños migrantes ocurre en al menos 27 países de la región a pesar de los compromisos de alto nivel para poner fin a esa práctica en el continente, ajustándose al derecho internacional.
Añade que las detenciones infantiles persisten pese a la evidencia inequívoca de su impacto devastador en la salud y bienestar de los niños, y de los altos costos financieros y administrativos que éstas generan.
Las agencias lamentan que la detención de niños ocurra aunque exista una gran cantidad de vías alternas no privativas de la libertad.
Alternativas seguras y dignas
La directora regional de ACNUR para ese continente recordó que varios países europeos han desarrollado alternativas a la detención de niños y familias que pueden ser seguras, dignas y rentables que benefician tanto a los países de acogida como a los niños y familias afectadas.
“Instamos a todos los Estados europeos a adoptar estos enfoques para proteger los derechos y el bienestar de los niños refugiados y migrantes”, dijo Pascale Moreau.
En la revisión conjunta de 38 países de Europa, la OIM, ACNUR y UNICEF hallaron muchos casos preocupantes de detención infantil.
No obstante, también descubrieron que en varios países del continente existen alternativas que incluyen una vida independiente con apoyo, el cuidado en hogares de guarda y familiar, y otros modelos adaptados y centrados en los niños, que ofrecen soluciones viables y rentables para los Estados de acogida.
Recomendaciones
Además, presentaron varias recomendaciones para poner fin a la detención continua de los niños solicitantes de asilo, refugiados y migrantes en Europa. Entre dichas recomendaciones destacan:
- Ampliar las alternativas a la detención y establecer sistemas apropiados de cuidado
- Invertir en las condiciones de recepción y los sistemas de protección infantil
- Aumentar la cooperación y apoyo internacional
- Mejorar la recolección y monitoreo de datos
Violación de derechos
El director regional de UNICEF para Europa, recalcó que los niños que se desplazan son, ante todo, niños, independientemente de su procedencia y el motivo por el que abandonaron sus hogares.
“La detención de los niños nunca es lo mejor para ellos, es una violación de sus derechos y debe evitarse a toda costa”, enfatizó Afshan Khan, quien también es coordinador especial para la Respuesta a Refugiados y Migrantes en Europa.
En consonancia con Khan, el director regional de la OIM, Ola Henrikson, argumentó que la unidad familiar y el interés superior del niño van de la mano en el contexto de las personas en movimiento.
“Alentamos a los gobiernos a trabajar para reemplazar la detención de niños y familias migrantes con programas comunitarios, gestión de casos y otras alternativas basadas en los derechos , que han demostrado ser muy eficaces”, concluyó Henrikson.