Las tradiciones indígenas en el logotipo del viaje a Canadá
Por Giancarlo La Vella / CV.- “Marcher ensemble”, “Walking together”: “Caminar juntos”, escrito en las lenguas oficiales canadienses, el francés y el inglés, es el lema del nuevo Viaje apostólico que define bien la “peregrinación penitencial”, como ha definido el Papa Francisco esta visita a Canadá, pensada como un abrazo a las comunidades indígenas que han sufrido, durante casi 100 años, en el naciente Canadá, un proceso a menudo dramático de desarraigo de sus culturas y de sus orígenes.
El viaje, encomendado, como es habitual para los viajes internacionales, a la protección de María Salus Populi Romani, pretende continuar por la senda de la reconciliación, del perdón y del consuelo, que ya se puso de manifiesto el pasado mes de abril, cuando el Pontífice recibió en la Ciudad del Vaticano a los grupos de First Nations (Primeras Naciones), Métis (Mestizos) e Inuit, primero por separado y luego a todos juntos, para manifestarles, precisamente, su “indignación y vergüenza” por lo ocurrido.
La vida de los indígenas en un dibujo
Una larga historia, la de los miembros de las comunidades de First Nations, Métis e Inuit, admirablemente representada con unos pocos trazos significativos del artista indígena, Shaun Vincent, que diseñó el logotipo del Viaje papal. Se trata de un círculo que representa el orden natural del ciclo de la vida, pero también el Sol, la Tierra y las enseñanzas sagradas. En la corona, que va del azul intenso al azul del cielo, están contenidos los símbolos que se entrelazan entre sí, contando la historia de los pueblos de estos territorios.
Paz y respeto a la creación
En la parte superior se ve la paloma de la paz, símbolo del Espíritu Santo, de la esperanza, de la Iglesia y de la fe católica. Justo debajo, las llaves de San Pedro, también uno de los iconos más significativos que conducen al Pontífice, a la Iglesia, al Paraíso. A la derecha del círculo destacan las plumas de águila que, según la tradición de los nativos, significan la verdad, la honestidad, la familia y el amor.
Inmediatamente después, se observa la imagen de un salmón, pez que puebla los ríos de Canadá y que, en la lengua Inuit, quiere expresar el agradecimiento a la Tierra que proporciona el sustento necesario. Si se presta más atención a los numerosos dibujos de la corona, se observan manadas de búfalos y caribúes, símbolos de la fuerza de la comunidad. También hay una descripción estilizada de la Creación, la Tierra, el cielo, el agua, la naturaleza, aspectos que nos remiten a la casa común, con la que las poblaciones indígenas viven una relación de respeto y no de explotación. Por último, el círculo se cierra con el símbolo del infinito que caracteriza la cultura Métis y su historia.