Nuestro destino final: La Jerusalén Celestial, y la Misericordia que nos acompaña en el camino

Diacono Carlos Retamales (izq.) y el Padre Edgar Romero.

Por Víctor R. AGUILAR.- La celebración eucarística del domingo 25 de mayo 2025, presidida por el Padre Edgar Romero López, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, y el Diácono Carlos Retamales, estuvo centrada en el Evangelio de San Juan 14, 23-29. En este pasaje, se resalta la frase: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada”.

El Padre Edgar Romero inició su reflexión recordándonos que en el día en que celebramos la victoria de Cristo sobre el pecado y la muerte, debemos reconocer nuestra necesidad de la misericordia del Padre para morir al pecado y resucitar a una vida nueva. Él nos invitó a reflexionar sobre nuestro caminar, comparándolo con un viaje: “Cuando uno emprende un viaje, necesita prepararse; hoy el Señor en su palabra nos habla de un viaje, porque la vida misma es un camino que todos estamos recorriendo, con diferentes edades y etapas”.

Haciendo alusión a la importancia de tener claro nuestro destino, el Padre Edgar resaltó que en el camino necesitamos cosas, pero también debemos saber hacia dónde vamos. La Segunda Lectura nos recuerda que nuestro destino final es la vida eterna, la Jerusalén del cielo, donde el Señor nos prepara un lugar. Nos explicó que en ese cielo no habrá templo, porque Dios mismo será su templo, y no habrá sol ni luna, porque la gloria del Señor iluminará ese lugar. Este es el destino al que todos estamos llamados en nuestro viaje de fe.

El Padre Edgar también enfatizó que en nuestro camino debemos mantener la presencia constante de la palabra de Dios, que actúa como un GPS, la Biblia. La Biblia nos guía y orienta para llegar a esa morada celestial. La frase del Evangelio: “El que me ama, cumplirá mi palabra y mi Padre lo amará y haremos en él nuestra morada”, nos recuerda que amar a Jesús implica vivir según su palabra, mantenernos firmes en su enseñanza y en su amor.

Asimismo, afirmó que el Señor nos ha dado un regalo muy especial: el Espíritu Santo, que es nuestra señal de conexión con Dios y la fuerza que nos guía en nuestro viaje de fe. El Espíritu Santo nos acompaña y fortalece, siendo la presencia activa de Dios en nuestras vidas. Además, el Señor dejó a los apóstoles, y por extensión a los pastores de la Iglesia, como guías en este camino. Hoy, nuestros pastores son el Papa, los obispos y sacerdotes, quienes nos acompañan y orientan en nuestro caminar espiritual.

El Padre Edgar finalizó su reflexión recordándonos que en nuestra vida hemos tenido y seguimos teniendo pastores que nos bendicen y guían, empezando por el sacerdote que nos bautizó. Nos invitó a confiar en la misericordia del Padre, a seguir viviendo en su amor, y a mantener viva la esperanza de la morada eterna que nos prepara Dios, nuestro destino final en este viaje de fe.

DATOS:

La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, es una parroquia católica que se encuentra ubicada en el 694 Weston Road. Única dentro de las parroquias canadienses porque las celebraciones y servicios son completamente en idioma español.

Los domingos hay cuatro misas en español: 8:00pm, 10:00am, 12:00pm y 1:45pm. La de las 5:00pm., es en inglés. Misas dentro de semana, Jueves (7:00pm), Viernes (7:00pm) y del Sábado que también es válida por el domingo  (6:00pm).

INFORMACION: (416) 767-8658.

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