Por los Caminos del Señor: Año de la Misericordia
Por el Padre JUAN TRIVIŇO /ST.- Queridos lectores. Paz y bien. Nuevamente vinculándome a la página de este periodico, luego de mi ausencia. Los invito a caminar semana a semana para alimentarnos espiritualmente con estos temas que a bien y por nuestra Fe Católica, compartimos a través de este medio de comunicación.
Estoy abierto a vuestras opiniones, sugerencias que a bien tengan hacerme llegar, porque la misión es que Jesucristo Nuestro Señor, sea conocido y nombrado por todos los rincones del mundo.
Mi correo electrónico es [email protected] Gustoso estaré dando respuesta a vuestras misivas y que Dios nos bendiga y nos haga caminar juntos en este año de la misericordia.
Esta reflexión está encaminada para cada uno de nosotros que somos Iglesia y la queremos y, como parte de ella, no podemos dejar de caminar en ella e iluminarla con nuestra luz que llevamos dentro por la fuerza y regalo del Espíritu Santo. Y si esa luz se quiere apagar o anda apagada, que en este Año de la Misericordia, nuestra luz se vuelva a encender y brillemos como hijos de la Luz Celestial- Dios Nuestro Padre.
AÑO DE LA MISERICORDIA.
Reflexión:
“….Un hombre, que regularmente asistía a las reuniones de un determinado grupo, sin ningún aviso dejó de participar en sus actividades. Después de algunas semanas, una noche muy fría el líder de aquel grupo decidió visitarlo.
Encontró al hombre en casa, solo, sentado frente a una chimenea donde ardía un fuego brillante y acogedor. Adivinando la razón de la visita, el hombre dio la bienvenida al líder. Se hizo un grave silencio. Los dos hombres sólo contemplaban la danza de las llamas en torno de los troncos de leña que crepitaban en la chimenea. Al cabo de algunos minutos el líder, sin decir palabra, examinó las brasas que se formaban y seleccionó una de ellas, la más incandescente de todas, retirándola a un lado del brasero con unas tenazas.
Volvió entonces a sentarse. El anfitrión prestaba atención a todo, fascinado pero inquieto. Al poco rato, la llama de la brasa solitaria disminuyó, hasta que sólo hubo un brillo momentáneo y el fuego se apagó repentinamente. En poco tiempo, lo que era una muestra de luz y de calor, no era más que un negro, frío y muerto pedazo de carbón. Muy pocas palabras habían sido dichas desde el saludo.
El líder, antes de prepararse para salir, con las tenazas regreso el carbón frío e inútil, colocándolo de nuevo en medio del fuego. De inmediato la brasa se volvió a encender, alimentada por la luz y el calor de los carbones ardientes en torno suyo. Cuando el dirigente alcanzó la puerta para irse, el anfitrión le dijo: Gracias por tu visita y por tu bellísima lección. Regresaré al grupo. Buenas noches….¿Por qué se extinguen los grupos? Muy simple: porque cada miembro que se retira le quita fuego y el calor al resto.
A los miembros de un grupo vale recordarles que ellos forman parte de la llama y que lejos del grupo pierden todo su brillo. A los líderes vale recordarles que son responsables por mantener encendida la llama de cada uno de los miembros y por promover la unión entre todos ellos, para que el fuego sea realmente fuerte, eficaz y duradero.
Como parte del grupo deseo que la llama que nos une siempre este ardiendo no importa si a veces nos molesta tantos mensajes llegan al chat, lo que importa es estar conectados, en silencio algunos, otros muy activos, los amigos que aquí estamos reunidos nos los puso la vida en nuestro camino para aprender de ellos o para que les enseñemos algo. Mantengamos la llama viva. Aunque algunos se reporten esporádicamente es bueno saber que mantienen su llama encendida.” Gracias Hno. Marco por compartir.