Por los caminos del Señor: La Ascensión del Señor
Por el Padre JUAN TRIVIŇO/ST.- Apreciados lectores. Paz y bien. Seguimos en la alegría pascual y todo lo que encierra este acontecimiento de vida para el mundo entero. Tenemos ahora una seguidilla de festividades propias de nuestra secuencia pascual. Iniciamos estas festividades tal y como siguen y que espero nos sirva de mucha reflexión y conocimiento de nuestra salvación. Leamos despacio y meditabundos para digerir bien estas pautas que serán otro alimento mas para nuestra vida y con vitaminas espirituales.
La Ascensión del Señor
Después de que Jesús resucitó de los muertos, Él “se presentó vivo” a las mujeres cerca de la tumba a sus discípulos y a más de otras 500 personas). En los días siguientes a Su resurrección, Jesús instruyó a Sus discípulos acerca del reino de Dios.
Cuarenta días después de la resurrección, Jesús y Sus discípulos fueron al Monte de los Olivos cerca de Jerusalén. Allí, Jesús les prometió a Sus seguidores que pronto recibirían el Espíritu Santo, y les indicó que permanecieran en Jerusalén hasta que el Espíritu hubiera venido. Después, Jesús los bendijo y mientras les daba la bendición, comenzó a ascender al cielo. El relato de la ascensión de Jesús se encuentra en Lucas 24:50-51 y Hechos 1:9-11.
En la Escritura se expone claramente que la ascensión de Jesús fue literal, regresando corporalmente al cielo. Él se levantó gradual y visiblemente de la tierra, siendo observado por muchos atentos espectadores. Mientras los discípulos se esforzaban por echar una última mirada a Jesús, una nube lo ocultó de sus ojos, y aparecieron dos ángeles que les prometieron que Cristo regresaría “…tal como le habéis visto ir al cielo.”
A los cuarenta días después de la Resurrección habiendo instruido a sus Apóstoles sobre la nobilísima misión de establecer el Reino de Dios en el mundo, Jesús iba a subir al cielo, donde le esperaban las glorias celestiales. Bendijo a su querida Madre, a los Apóstoles y discípulos y se despidió de ellos. Una nube lo ocultó de sus miradas.
Jesús entró en los cielos para tomar posesión de su gloria. Mientras estaba en la tierra, gustaba siempre de la visión de Dios; pero únicamente en la Transfiguración se manifestó la gloria de su Humanidad Sacratísima, que, por la Ascensión, se colocó al lado del Padre celestial y quedó ensalzada sobre toda criatura humana.
La noche antes de morir oraba Jesús al Padre diciendo: “Te he glorificado en la tierra, cumpliendo la obra que me habías encargado. Ahora tu, Padre, dame junto a ti la misma Gloria que tenía a tu lado desde antes que comenzara el mundo”(Juan 17, 4”).
Cuando acabe la lucha en esta vida, Jesús nos dará la gracia de compartir eternamente el gozo de su victoria y por eso, Jesús subió a los cielos para ser nuestro Mediador ante el Padre. Allí está intercediendo por nosotros. Jesús merecía este glorioso recibimiento, al regresar a su hogar.
La Ascensión, además, es garantía de nuestra propia subida al Cielo, después del Juicio de Dios. Fue a prepararnos sitio en su Reino y prometió volver para llevarnos con Él.
Vayamos en espíritu con Jesús al Cielo y moremos allí. Sea esta nuestra aspiración ahora en fe, esperanza en caridad.
La ascensión de Jesucristo es significativa por muchas razones:
1) Señaló el final de Su ministerio terrenal. Dios el Padre amorosamente había enviado a Su Hijo al mundo en Belén, y ahora el Hijo estaba regresando al Padre. Su período de limitación humana había terminado.
2) Significaba el éxito de Su obra terrenal. Él había cumplido con todo lo que tenía que haber hecho.
3) Marcó el retorno a Su gloria celestial. La gloria de Jesús había estado velada durante Su tiempo en la tierra, con una breve excepción en la Transfiguración).
4) Simbolizó Su exaltación por el Padre). Aquel con quien el Padre estaba grandemente complacido era recibido arriba con honor, dándosele un nombre que es sobre todo nombre
5) Le permitió preparar un lugar para nosotros (Juan 14:2)
6) Indicó el inicio de Su nuevo ministerio como Sumo Sacerdote y Mediador de un Nuevo Pacto
7) Estableció el patrón para Su regreso. Cuando Jesús venga para establecer Su Reino, Él regresará de la misma manera en que se fue – literal, corporal, y visiblemente en las nubes
En la actualidad, el Señor Jesús está en el Cielo. Las Escrituras lo describen con frecuencia a la diestra del Padre, una posición de honor y autoridad Cristo es la Cabeza de la iglesia), el dador de los dones espirituales y Aquel que lo llena todo en todo). Esta ascensión de Cristo fue el evento que hizo la transición de Jesús de Su ministerio terrenal a Su ministerio celestial.
AGRADECIMIENTO
Nota.- En nombre de la organización “GUAYAQUIL DE MIS AMORES”, quienes me aceptaron poder ayudar en estos momentos y otro grupo de buenos y solidarios voluntarios, Agradecemos a toda la comunidad ese apoyo masivo para la Maratón realizada en favor de los damnificados del Ecuador el sábado pasado 30 de Abril del año en curso. Lo recaudado fue $38.873.30 dólares Canadienses. Dios los bendiga y les seguiremos comunicando detalles sobre esto, para que ustedes tengan conocimiento del camino a seguir porque ustedes son parte de este trabajo.