Por los caminos del Señor: ¿Qué es la Pascua?
Por el Padre JUAN TRIVIŇO / ST.- Apreciados lectores. Paz y Bien. Con mi saludo pascual, les estoy recordando que seguimos en el júbilo y voces de alegría porque nuestro maestro el Rey de Reyes Señor de Señores, está vivo HA RESUCITADO. Esta alegría a nivel del pueblo Católico lo seguimos celebrando durante cincuenta días, estos días al vivirlos es lo que llamamos tiempo pascual. Ahora entonces les traigo el siguiente tema de reflexión para nuestra formación y alimento espiritual.
¿Qué es la Pascua?
El tiempo pascual comprende cincuenta días (en griego = “pentecostés“, vividos y celebrados como un solo día: “los cincuenta días que median entre el domingo de la Resurrección hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo”
El tiempo pascual es el más fuerte de todo el año, que se inicia con la Vigilia Pascual y se celebra durante siete semanas hasta Pentecostés. Es la Pascua (paso) de Cristo, del Señor, que ha pasado el año, y se inaugura con la vigilia pascual. En la pascua también de la Iglesia, su Cuerpo, que es introducida en la Vida Nueva de su Señor por medio del Espíritu que Cristo le dio el día del primer Pentecostés. El origen de esta cincuentena se remonta a los orígenes del Año litúrgicoxon siete semanas de júbilo.
La liturgia insiste mucho en el carácter unitario de estas siete semanas. La primera semana es la “octava de Pascua‘, en la que ya por tradición los bautizados en la Vigilia Pascual, eran introducidos a una más profunda sintonía con el Misterio de Cristo que la liturgia celebra. La “octava de Pascua” termina con el domingo de la octava, llamado “in albis”, porque ese día los recién bautizados deponían en otros tiempos los vestidos blancos recibidos el día de su Bautismo.
Dentro de la Cincuentena se celebra la Ascensión del Señor, ahora no necesariamente a los cuarenta días de la Pascua, sino el domingo séptimo de Pascua, porque la preocupación no es tanto cronológica sino teológica, y la Ascensión pertenece sencillamente al misterio de la Pascua del Señor. Y concluye todo con la donación del Espíritu en Pentecostés.
La unidad de la Cincuentena que da también subrayada por la presencia del Cirio Pascual encendido en todas las celebraciones, hasta el domingo de Pentecostés. Los varios domingos no se llaman, como antes, por ejemplo, “domingo III después de Pascua“, sino “domingo III de Pascua”. Las celebraciones litúrgicas de esa Cincuentena expresan y nos ayudan a vivir el misterio pascual comunicado a los discípulos del Señor Jesús.
Las lecturas de la Palabra de Dios de los ocho domingos de este Tiempo en la Santa Misa están organizadas con esa intención. La primera lectura es siempre de los Hechos de los Apóstoles, la historia de la primitiva Iglesia, que en medio de sus debilidades, vivió y difundió la Pascua del Señor Jesús. La segunda lectura cambia según los tres ciclos: la primera carta de San Pedro, la primera carta de San Juan y el libro del Apocalipsis.
Según lo que estamos leyendo, nos quedan otras cuantas semanas de vida pascual pero nosotros siempre estamos en actitud y vida pascual, porque el protagonista de todo esto, desde su Resurrección, ya no muere más y vive por los siglos de los siglos. Amén. Así pues desde el primero de abril, hasta el 20 de mayo, ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA. EL SEÑOR RESUCITO. FELICES PASCUAS DE RESURRECION. AMEN.
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