Por los caminos del Señor: Se inicia la Semana Mayor con el Domingo de Ramos
Por el Padre JUAN TRIVIŇO / ST.- Apreciados Lectores. Paz y Bien. Ya estamos a las puertas de la semana Mayor para todo el mundo Católico, Ortodoxo y Anglicano; aquí se juntan y es nuestra celebración, nuestra Fe y nuestro Cristianismo. Ojala tuviésemos de plano esta misma vivencia todo el año para que vuelvan a tener valor las palabras Cristianas desde el principio y su fuerza especial. “Un solo Señor, Una sola Fe, Un solo Bautismo, Un solo Dios y Padre”. Nos hemos preparado durante este tiempo cuaresmal con ayunos, abstinencias, limosnas y oraciones y confesiones y anexamos en este año un pedazo mas, nuestra practica de ser misericordiosos en este jubileo de la misericordia.
Ya iniciamos la Semana mayor con el Domingo de Ramos, 20 de marzo del año 2016. Es el primer día de la Semana Santa de 2016, período donde se conmemoran la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Las ceremonias litúrgicas del “Domingo de Ramos” comienzan con la bendición de las palmas y ramas de olivo que llevan los fieles. De este modo se rememora el pasaje evangélico de la Entrada de Jesús en Jerusalén.
DOMINGO DE RAMOS
La Palabra de la cruz, la proclamación de la Pasión, es ya una larga homilía. La Pasión ya tuvo su escenario natural, las calles de Jerusalén y sus espectadores, los amigos miedosos y los enemigos rabiosos de Jesús.
Hoy nuestra iglesia es el escenario y nosotros tenemos que ser algo más que espectadores. Vamos a extender la alfombra roja para aclamar a Jesús.
Domingo de Ramos Recibieron a Cristo mientras entraba a la ciudad con palmas y ramos en muestra de que era el Mesías
Nosotros vamos a aclamarlo, también, con ramas de romero, con la sencillez del campo, con ramas de olivo, la fidelidad y la paz, o con las palmas, agua mansa en el desierto. Y entre gritos y silencios, Jesús el hombre más libre del mundo, entra en Jerusalén y en este Domingo entra en nuestros corazones, mente y ser para proclamarlo también entre gritos y silencio. Hosanna al hijo de David bendito el que viene en el nombre del Señor.
El amor no es un sentimiento, es una decisión, una elección. La gente suele decir hay cosas que simplemente suceden: una traición, un ataque de corazón, un embarazo juvenil, la muerte… Todo esto no sucede porque sí, es consecuencia de las decisiones que la gente toma. Jesús tomó decisiones auténticas y también sus discípulos, Judas incluido. Jesús decidió predicar y vivir de una manera peligrosa, eligió el amor a nosotros, decidió amarnos a todos y esta decisión le llevó a la muerte.
Tomamos nuestra decisión en hacer esto y decir esto porque La muchedumbre que lo seguía estaba formada por hombres, mujeres y niños, cada uno con su nombre, su ocupación, sus cosas buenas y malas, y con el mismo interés de seguir a Jesús. Algunas de estas personas habían estado presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus parábolas. Esto los llevó a alabarlo con palmas en las manos cuando entró en Jerusalén.
Judas hizo una elección humana al traicionar a su Maestro. Y podía tener mil razones para justificar su decisión. Pedro decidió negar al Señor, una decisión humana muy calculada y razonada. Poncio Pilato tuvo que tomar también su decisión. Y firmó la sentencia de muerte. Usted y yo hacemos elecciones todos los días. Nuestras elecciones y decisiones pueden apagar el Espíritu y separarnos del amor de Jesús o destruir el amor de nuestros padres y hermanos.
Si nosotros queremos vivir de cerca esta semana de pasión tenemos que elegir el amor, aún sabiendo que corremos el riesgo del sufrimiento y de la muerte.
Los soldados le miraban, mientras jugaban a los dados. Jesús hizo su sacrificio y murió en la cruz para liberar al mundo de Dios del pecado. Jesús era también un jugador. Se jugó la vida.
Esta Semana Santa estamos invitados a tomar parte en el drama de Jesús, nuestro drama; no somos ni espectadores ni turistas, con Jesús somos los protagonistas de la historia de la salvación. Celebramos nuestra vida, nuestra muerte y nuestra resurrección. Vayamos al templo los que estamos con Jesús y seguimos con El, aunque nos quieran poner la Semana Mayor, como semana de Turismo y las propagandas las hacen en su nombre y aprovecharse y lucrase de esta manera. Pero El, nos va a tener en cuenta y nos van a juzgar por todo eso. Fueron muchos los que siguieron a Cristo en este momento de triunfo, pero fueron pocos los que lo acompañaron en su pasión y muerte.
“¿Qué significado tiene esto en nuestras vidas?”
“Es una oportunidad para proclamar a Jesús como el rey y centro de nuestras vidas. Debemos parecernos a esa gente de Jerusalén que se entusiasmó por seguir a Cristo. Decir “que viva mi Cristo, que viva mi rey…” Es un día en el que le podemos decir a Cristo que nosotros también queremos seguirlo, aunque tengamos que sufrir o morir por Él. Que queremos que sea el rey de nuestra vida, de nuestra familia, de nuestra patria y del mundo entero. Queremos que sea nuestro amigo en todos los momentos de nuestra vida”.
“Oración para poner las palmas benditas en el hogar:
Bendice Señor nuestro hogar.
Que tu Hijo Jesús y la Virgen María reinen en él.
Por tu intercesión danos paz, amor y respeto,
para que respetándonos y amándonos
los sepamos honrar en nuestra vida familiar,
Sé tú, el Rey en nuestro hogar.
Amén.”