Reflexión del Padre Edgar Romero: El propósito de Jesús y la obediencia en nuestra vida
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El Diacono Carlos Retamales (izq.) y el Padre Edgar Romero.
Por Víctor R. AGUILAR / ST.- El Padre Edgar Romero López, párroco de Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, reflexionó sobre el evangelio de San Lucas 5, 1-11 del pasado domingo 9 de febrero de 2025. En su homilía, mencionó que en nuestra vida cotidiana, a menudo nos sentimos pequeños e insignificantes, como la “hormiguita negrita y chiquita” a la que el Señor le encomendó construir un templo. Sin embargo, Dios tiene un propósito divino para cada uno de nosotros. Al igual que esa hormiguita, estamos llamados a participar en la edificación del Reino de Dios, utilizando nuestras capacidades y recursos. Esta reflexión nos invita a reconocer y aceptar nuestro propósito, así como a vivir en obediencia a la voz de Jesús.
El llamado a construir
El Padre Romero nos invita a imaginar a la “hormiguita, negrita y chiquita” trabajando con empeño, transportando pequeñas porciones de tierra y hojas para levantar el templo. Aunque su tamaño es diminuto, su labor es monumental en su contexto. Esta ilustración nos recuerda que, aunque podamos sentirnos pequeños o inadecuados, cada esfuerzo cuenta en el gran esquema del plan de Dios. Cada uno de nosotros posee habilidades y talentos únicos que, cuando se utilizan con fe y dedicación, pueden contribuir a algo mucho más grande que nosotros mismos.
Jesús nos llama a construir, y no solo a edificar cualquier cosa, sino a crear un templo, un lugar donde su presencia pueda habitar y donde otros puedan encontrar refugio y esperanza. Este llamado no está reservado solo para quienes tienen roles visibles en la comunidad; es un mandato que se aplica a todos. La hormiguita puede no ser vista por todos, pero su trabajo, obediencia y voluntad son fundamentales.
La obediencia al llamado divino
La historia de la “hormiguita negrita y chiquita” también resalta la importancia de la obediencia. Aceptar el propósito que Jesús tiene para nosotros implica responder a su llamado con disposición. Al igual que la hormiguita sigue la orden de construir el templo, nosotros estamos llamados a seguir la voz de Jesús en nuestras vidas. Esta obediencia no debe ser vista como una carga, sino como una oportunidad de crecer y experimentar el amor y la guía de Dios en cada paso que damos.
La obediencia a menudo requiere fe. A veces, las circunstancias pueden parecer desalentadoras y podemos cuestionar: “¿Cómo puedo hacer esto?” Sin embargo, al igual que la hormiguita no duda en trabajar con lo que tiene, nosotros también estamos llamados a confiar en que Dios nos capacitará para cumplir su propósito. Nuestra obediencia será el medio a través del cual descubriremos la abundancia de Dios en nuestras vidas.
La fe en lo pequeño
La historia de la hormiguita también nos enseña sobre la importancia de la fe en las cosas pequeñas. Jesús habla de la fe como un grano de mostaza: tan pequeño, pero con un potencial inmenso. De la misma manera, incluso los actos más pequeños de bondad, compasión y servicio pueden tener un impacto significativo. A través de nuestra fe en lo poco, Dios puede hacer mucho. Nuestras pequeñas acciones diarias pueden sembrar semillas de amor y esperanza en el corazón de quienes nos rodean.
La persistencia y la perseverancia
La hormiguita no se da por vencida ante los desafíos. Con cada lluvia que amenaza su trabajo o cada depredador que puede interrumpir su labor, ella persiste. Esta persistencia es clave en nuestra jornada espiritual. Las dificultades y los obstáculos son parte de la vida, pero la persistencia para seguir el camino que Jesús nos ha trazado es esencial. Se nos recuerda que el propósito divino requiere esfuerzo y dedicación; no siempre será fácil, pero la recompensa de cumplir nuestro llamado es invaluable.
Así que, cuando te sientas pequeño o insignificante, recuerda que tu labor cuenta. Cada acción, por pequeña que sea, contribuye a la edificación del Reino de Dios.
DATOS:
La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, en una parroquia católica que se encuentra ubicada en el 694 Weston Road. Única dentro de las parroquias canadienses porque las celebraciones y servicios son completamente en idioma español.
Los domingos hay cuatro misas en español: 8:00pm, 10:00am, 12:00pm y 1:45pm. La de las 5:00pm., es en inglés. Misas dentro de semana, Jueves (7:00pm), Viernes (7:00pm) y del Sábado que también es válida por el domingo (6:00pm).
INFORMACION: (416) 767-8658