Religiosas reflexionan sobre desafíos del fenómeno migratorio
Mireia Bonilla y Sebastián Sansón / CV.- Analizar las causas profundas de las tendencias migratorias y explorar los modos de asignación de los recursos para promover soluciones inclusivas y sostenibles: este es el objetivo principal del Sister-led dialogue on migration, promovido por la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG) en colaboración con el Global Solidarity Fund. El encuentro, celebrado en la sede de la institución en Roma este lunes 3 de julio, es la segunda cita de un ciclo iniciado el 17 de abril pasado con un coloquio sobre el cambio climático.
Volver a poner en el centro a la persona
Estos eventos están estructurados como una serie de debates temáticos entre representantes gubernamentales, organizaciones intergubernamentales, instituciones del Vaticano, de la sociedad civil, el mundo académico y la prensa. Concluirán en el primer UISG Advocacy Forum que tendrá lugar en octubre de 2023 en la Ciudad Eterna.
Durante la jornada, las religiosas católicas de distintas partes del mundo han reflexionado sobre la asistencia humanitaria, los derechos humanos, el desarrollo humano integral, la cohesión social, entre otros asuntos.
Entre las participantes, se encontraba la Hermana Carmen Elisa Bandeo, originaria de Argentina y coordinadora de la Red Internacional de Migrantes y Refugiados de la UISG, quien manifestó su satisfacción por este encuentro y explicó que este espacio comenzó dando respuesta a la situación generada por el naufragio de migrantes en el Mar Mediterráneo en 2013. Se trata de una plataforma que ha ido creciendo, facilitando la creación de comunidades intercongregacionales e internacionales “para actuar como puentes entre la comunidad local y la comunidad que arribaba a través de los solicitantes de asilo”.
Desde su experiencia, han constatado la necesidad de establecerse a nivel internacional. En efecto, acotó que hay muchos proyectos que están iniciados en diversos países y, en este sentido, el propósito de la red es conectarlos, crear lazos suficientes para propiciar el intercambio de información y reflexión.
Como consagradas, quieren crear una espiritualidad que les permita una conversión por esta realidad que está llamando a sus puertas, volviendo a poner en el centro a la persona. Invitan a los migrantes y solicitantes de asilo que se sienten en la misma mesa para conversar con ellas, así como con actores de la sociedad civil, para impulsar políticas que pongan el acento en la promoción de la persona.
No se trata de promover el asistencialismo, sino de cambiar vidas
La Hermana Nieves Crespo, misionera salesiana que se encuentra hace más de 20 años en Etiopía, compartió la alegría y la gratitud por el conversatorio de la UISG. La religiosa comentó que en el país africano llevan adelante un proyecto, entre el Global Solidarity Fund y otras cinco congregaciones, que busca proporcionar una respuesta de calidad a las desplazadas internas, que llegan a través de las Misioneras de la Caridad, y a los refugiados de Eritrea y Yemen.
“Es una experiencia muy bonita, sentimos cómo se está cambiando vidas”, añadió. La misionera valoró la actividad como una iniciativa enriquecedora que involucra a congregaciones femeninas trabajando juntas “en una realidad que no es nueva y que requiere un cambio de paradigma, de visión, de narrativa, en el que realmente seamos capaces de poner a las personas que migran en el centro”.
Crespo remarcó que el foco no es dar una respuesta asistencialista, sino lograr que los migrantes se conviertan en protagonistas dentro de un nuevo mundo que ha cambiado y seguirá cambiando.