Singular entrega de título compartido de fútbol en Panamericanos
Por VICTOR AGUILAR/ST.- En la definición de una competencia de fútbol debe de haber un ganador, y para lograr esto se utiliza la prórroga o tiempo extra, de persistir el empate se ejecutan los tiros penales, que son un formato muy utilizado en el fútbol moderno, siendo el principal exponente de esto las fases eliminatorias de la fase final de la Copa Mundial de Fútbol. En algunas competiciones se pasa a la ejecución de penales directamente después de la culminación del partido inicial, sin utilizar la prórroga. Un claro ejemplo de este sistema son las fases eliminatorias de la Copa América.
Pero en los Juegos Panamericanos de México -1975 paso algo singular que quiero compartir con ustedes:
Se jugaba la final de fútbol (Medalla de Oro) en el majestuoso estadio Azteca, entre las selecciones de México y Brasil, con una asistencia de 105,000 espectadores.
Durante el tiempo reglamentario (90 minutos) el marcador estaba empatado 1-1, por lo que de acuerdo a la reglamentación FIFA se tuvo que ir al tiempo extra, pero cuando el partido se seguía jugando hubo un apagón, a lo que se sumo la invasión de algunos aficionados. Ante esta situación, el árbitro decretó el final del choque. Era el último día de los Juegos y no había margen para repetir el partido, por lo que las autoridades encargadas de los Juegos Panamericanos decidieron salomónicamente considerar a ambas selecciones como campeonas.
Cuando la FIFA quiso intervenir para que el encuentro se volviera a jugar. Fue un poco tarde, la selección brasileña había regresado a casa y los Juegos Panamericanos habían vivido su ceremonia de clausura. Así que ambas selecciones compartieron el título.