Del miedo a la alegría: La presencia de Dios que todo lo cambia

Padre Javier Valdés.

Por Víctor R. AGUILAR.- Hoy domingo, la comunidad de la Parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, se reunió con alegría para celebrar la Solemnidad de Pentecostés. La misa fue presidida por el Padre Javier Valdés, quien compartió una profunda reflexión sobre el significado del Espíritu Santo en nuestra vida.

Durante su homilía, el Padre Javier nos recordó que, aunque el domingo pasado celebramos la Ascensión del Señor, no estamos huérfanos. Dios Padre, en su infinito amor, nos ha enviado al Espíritu Santo, el Paráclito, nuestro guía, protector y consolador. Hoy celebramos la presencia viva de ese Espíritu que nos acompaña en cada paso.

Refiriéndose al evangelio de San Juan (14, 15-16. 23b-26), el Padre Javier destacó estas palabras de Jesús: “Si me aman, cumplirán mis mandamientos; yo le rogaré al Padre y él les dará otro Paráclito para que esté siempre con ustedes, el Espíritu Santo”. Jesús nos promete que, si vivimos según su palabra, Dios habitará en nosotros. El Espíritu Santo no es un visitante lejano, sino un amigo cercano que enseña, consuela y fortalece.

El Padre Javier también nos hizo mirar hacia atrás, recordando al pueblo de Israel, que recibió una promesa de Dios: un hogar seguro, sin hambre ni miedo. Esa promesa se fue confirmando a lo largo de la historia por medio de los profetas, y se cumplió plenamente en la persona de Jesucristo. Jesús es el camino hacia ese hogar eterno; es la muestra más clara del amor de Dios y de su deseo de salvarnos.

Tras su muerte y resurrección, Jesús no nos deja solos. Nos envía al Espíritu Santo para continuar su obra: la creación del Padre y la salvación traída por el Hijo ahora siguen vivas gracias al Espíritu. Con él también recibimos siete dones que nos fortalecen para caminar hacia esa promesa eterna.

El Padre Javier hizo una comparación muy cercana a nuestra realidad: así como el pueblo de Israel caminó en busca de una tierra prometida, nosotros también venimos a esta tierra con la esperanza de un futuro mejor. Pero, nos recuerda, ese futuro mejor no está aquí, sino en el Reino de los Cielos. La verdadera salvación está en aceptar la voluntad de Dios, aunque a veces nos cueste dejar nuestros propios planes. Con el tiempo, descubrimos que los caminos de Dios son mejores que los nuestros.

En el evangelio de hoy también vemos a los discípulos encerrados, llenos de miedo. Jesús resucitado se les aparece y les dice: “La paz esté con ustedes”. Esas palabras traen el primer gran regalo de la fe: la paz interior. Una paz que todos buscamos, especialmente en medio de la incertidumbre, el dolor y la tristeza. Y con esa paz llega la alegría: la presencia de Dios transforma nuestro corazón.

El Espíritu Santo, como nos dijo el Padre Javier, es quien guía a la Iglesia y a cada uno de nosotros. Nos ayuda a descubrir esa voz interior que tantas veces ignoramos, pero que cuando la escuchamos, nos muestra el camino correcto.

Finalmente, el envío misionero es también parte del mensaje de Pentecostés. Jesús nos envía al mundo: a perdonar, a compartir su amor, a ser testigos vivos de su presencia. Todo lo que vivimos con fe debe ser compartido. Si Dios habita en nuestro corazón, viviremos con paz, alegría y con la gracia del Espíritu Santo como guía.

DATOS:

La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, es una parroquia católica que se encuentra ubicada en el 694 Weston Road. Única dentro de las parroquias canadienses porque las celebraciones y servicios son completamente en idioma español.

Los domingos hay cuatro misas en español: 8:00pm, 10:00am, 12:00pm y 1:45pm. La de las 5:00pm., es en inglés. Misas dentro de semana, Jueves (7:00pm), Viernes (7:00pm) y del Sábado que también es válida por el domingo  (6:00pm).

INFORMACION: (416) 767-8658.

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