No es símbolo, es presencia real: fuerte mensaje del padre Edgar sobre la Eucaristía

Por Víctor R. AGUILAR / ST.- Este domingo 22 de junio de 2025, en la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, el padre Edgar Romero López compartió con la comunidad una profunda y clara reflexión basada en el Evangelio de San Lucas 9, 11-17. En este pasaje, Jesús muestra su compasión por la multitud al alimentarlos milagrosamente con cinco panes y dos peces. Pero más allá del milagro, este gesto es una prefiguración de la Eucaristía, donde Jesús se entrega totalmente por amor y se queda con nosotros en su Cuerpo y Sangre para alimentar el alma del mundo.

El padre Edgar comenzó recordando que hoy celebramos la solemnidad del Sagrado Cuerpo de Cristo, una fecha muy importante para todos los cristianos. Nos invitó a reflexionar primero sobre nuestra propia naturaleza como seres humanos. Dijo que, igual que todos los seres vivos, necesitamos agua, oxígeno y alimento para vivir. Son tres elementos esenciales para sostener la vida en la tierra. No solo nosotros, sino también las plantas, los animales, toda la creación depende de estos recursos.

Pero a diferencia de los demás seres vivos, nosotros los seres humanos tenemos algo que nos distingue: el alma. Mientras nuestras mascotas —nuestros perritos, gatitos, etc.— actúan por instinto, los seres humanos tenemos la capacidad de ir más allá. El padre explicó que aunque compartimos ciertos instintos con los animales, como el llanto al nacer, el hambre o la sed, nosotros tenemos alma y razonamiento, y esto nos permite decidir, amar conscientemente y actuar con libertad.

El amor, dijo el padre, no es un instinto, aunque a veces así lo parezca. Cuando decimos que un gatito o perrito “ama”, en realidad están respondiendo a un instinto. Pero el verdadero amor es una decisión libre y consciente, que solo una persona con alma puede hacer. La capacidad de amar es un reflejo del alma, y por eso somos capaces de cosas maravillosas, como perdonar, cuidar, entregar, servir.

Luego, el padre nos invitó a pensar: si nuestro cuerpo necesita alimento para vivir, ¿qué necesita el alma para mantenerse viva? Así como el agua y la comida nos dan fuerza física, el alma también necesita nutrientes espirituales. Y uno de los alimentos más importantes que tenemos para el alma es el Sagrado Cuerpo de Cristo, que recibimos en la Eucaristía.

Jesús nos ha dejado su presencia viva y real en el pan y el vino consagrados. No es un símbolo, como muchos piensan. Es la presencia real de Jesús, que se hace posible por medio del Espíritu Santo. Pero no solo eso: también nos alimenta el alma la Palabra de Dios, la oración, una buena conversación, una amistad sincera, un gesto de generosidad. Todos estos son alimentos del alma, que nos ayudan a mantenernos fuertes, especialmente en los momentos de tristeza, soledad, angustia o duda.

El padre Edgar fue muy claro: muchos cristianos no valoran este gran regalo que Jesús nos dejó, y por eso sienten que su alma está sedienta, vacía o débil. Algunos creen que Dios los ha abandonado, cuando en realidad lo que ocurre es que no han descubierto el tesoro que es la Eucaristía. Si aprendiéramos a recibir este alimento con fe, nuestra alma tendría más fuerza para enfrentar la vida.

También habló de la dificultad que muchos tienen para creer en la presencia real de Jesús en la Eucaristía. “Somos incrédulos”, dijo el padre. “Nos cuesta creer, y pensamos que el pan y el vino son solo símbolos”. Pero la verdad, afirmó con fuerza, es que Cristo está realmente presente, y que ese misterio solo puede entenderse desde la fe, no desde los sentidos.

Para poder reconocer a Jesús en la Eucaristía —y en nuestra vida— tenemos que ir más allá de lo que nuestros ojos ven. El padre recordó una frase del libro El Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”. También citó a Santa Teresa de Calcuta, quien decía: “Si quieres ver a Dios, cierra los ojos”. Porque Dios no se ve con los ojos del cuerpo, sino con los ojos del corazón y del alma.

En resumen, el padre Edgar nos dejó un mensaje muy claro: Nuestra alma necesita alimentarse, y uno de los principales nutrientes es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Hoy, al celebrar esta solemnidad, debemos renovar nuestra fe en la Eucaristía, darle el lugar central que merece en nuestra vida, y acercarnos a ella no como una costumbre, sino como un encuentro real y personal con Jesús. Porque Él está presente y se entrega por nosotros, todos los días, en cada misa.

Que esta reflexión nos ayude a valorar más profundamente el don de la Eucaristía, y que al recibir a Jesús en la comunión, nuestra alma se fortalezca, se llene de paz, y reciba la luz que necesitamos para seguir caminando.

DATOS:

La parroquia Nuestra Señora de Guadalupe en Toronto, es una parroquia católica que se encuentra ubicada en el 694 Weston Road. Única dentro de las parroquias canadienses porque las celebraciones y servicios son completamente en idioma español.

Los domingos hay cuatro misas en español: 8:00am, 10:00am, 12:00pm y 1:45pm. La de las 5:00pm., es en inglés. Misas dentro de semana, Jueves (7:00pm), Viernes (7:00pm) y del Sábado que también es válida por el domingo  (6:00pm).

INFORMACION: (416) 767-8658.

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