Papa Francisco pide lío a los jóvenes
El Papa Francisco ofreció a los jóvenes un programa de vida basado en las Bienaventuranzas y les pidió que “no licúen la fe en Jesucristo”.
El discurso del Pontífice dejó pasajes memorables. “¿Qué es lo que espero como consecuencia de la Jornada de la Juventud? Espero lío. (Al decir que quiere “lío” se refiere a que quiere que los jóvenes se muevan, se levanten, no se queden quietos y hagan ruido). Que acá dentro va a haber lío va a haber , que acá en Río va a haber lío va a haber, pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga afuera, quiero que la Iglesia salga a la calle, quiero que nos defendamos de todo lo que sea mundanidad, de lo que sea instalación, de lo que sea comodidad, de lo que sea clericalismo, de lo que sea estar encerrados en nosotros mismos, las parroquias, los colegios, las instituciones son para salir, sino salen se convierten en una ONG ¡y la Iglesia no puede ser una ONG!”
“Pienso que en este momento esta civilización mundial se pasó de ‘rosca’, se pasó de ‘rosca’, porque es tal el culto que ha hecho al dios dinero que estamos presenciando una filosofía y una praxis de exclusión de los dos polos de la vida que son las promesas de los pueblos”, denunció en alusión a los problemas que enfrentan los jóvenes para obtener un empleo y los ancianos para mantener su voz en la sociedad.
“Los jóvenes tiene que salir, tienen que hacerse valer, los jóvenes tienen que salir a luchar por los valores, a luchar por esos valores, y los viejos abran la boca, los ancianos abran la boca y enséñennos, transmítannos la sabiduría de los pueblos”, dijo.
“Por favor, ¡no licúen la fe en Jesucristo!, hay licuado de naranja, hay licuado de manzana, hay licuado de banana pero, por favor, ¡no tomen licuado de fe! ¡La fe es entera, no se licúa, es la fe en Jesús!, es la fe en el hijo de Dios hecho hombre que me amó y murió por mí”, afirmó.
“Entonces hagan lío, cuiden los extremos del pueblo que son los ancianos y los jóvenes, no se dejen excluir y que no excluyan a los ancianos, segundo, y no licúen la fe en Jesucristo”.